Maná en el BEC
Domingo, 17 de Junio de 2007 10:12
En un BEC casi lleno, Maná ofrecieron el tercer concierto de su gira española, que comenzó con 20 minutos de retraso (como latinos que son , no me sorprendió), y tuvo una duración de 2 horas y cuarto. Buen sonido , un escenario muy ancho (bastante más que el de The Who en este mismo recinto) pero bastante alejado del público, una buena escenografía (con llamaradas y cortina de agua incluidas) y mucho oficio por parte de esta banda mexicana que, a pesar de lo “blanditos” que están en sus últimos trabajos discográficos, demostraron que en directo son capaces de mostrarse bastante más rockeros que en estudio, si bien no desdeñan recurrir a sus “tiernas” baladitas, tan del gusto de su público mayoritariamente femenino. Sobre el escenario, 7 músicos: los 4 miembros oficiales de Maná (Pher,voz y guitarra; Álex, batería y voces; Juan Calleros, bajo; Sergio Vallín, guitarra solista) y 3 refuerzos(el teclista andaluz Juan Carlos Toribio,“otro”Pher como tercer guitarrista y un percusionista)
En su repertorio fueron alternando sus últimos éxitos (Labios compartidos, Señal de amor, Ángel de amor, Eres mi religión, Justicia tierra y libertad, Mariposa traicionera,…) con temas ya clásicos como Déjame entrar(inicio del concierto), Oye mi amor, Vivir sin aire (de la que hicieron una versión más lenta que en estudio, una pena para mí, pues el original es mi tema preferido de Maná), Dónde jugarán los niños (en la que todos los músicos,excepto el teclista, salieron con máscaras blancas), Te lloré un río, El reloj cucú (que Pher dedicóa su padre, fallecido cuando él tenía 7 años), No ha parado de llover (en la que emplearon el bonito efecto de una cortina de agua sobre el escenario), las versiones de Se me olvidó otra vez (de Juan Gabriel) y El rey (de José Alfredo Jiménez), En el muelle de San Blas,…
Como momento más simpático de la velada, el set acústico (ambientado con un sofá rojo como el de la portada de su último trabajo, Amar es combatir), y al que invitaron a subir a una chica pamplonica, a la que sentaron entre Pher y Sergio, y con ella brindaron con un buen vino de Rioja ( y no con tequila, como hubiera sido de esperar).
Momento cumbre de la noche fue el extraordinario solo de batería de Álex (sin duda el mejor baterista del rock latino, aunque en el heavy hay algunos mejores, como Mike Terrana o Tommy Aldrich), con la batería situada sobre una plataforma que giraba como un OVNI y que se elevó varios metros.
Otro momento destacado fue la interpretación del dueto que grabaron con Santana en el CD Supernatural, el archiconocido Corazón espinado, con Sergio Vallín emulando al patriarca del rock latino con unos fantásticos solos de guitarra super-eléctrica.
Como despedida idearon un gracioso sistema: salieron dos jocosos bailarines portando una gran maleta en la que ponía “Gracias”, y uno a uno, los músicos fueron desapareciendo en su interior (es de suponer que con una trampilla hidráulica en el suelo del escenario, no creo que fuera un truco de magia).
No podían faltar los consabidos bises: el himno de sus inicios -Rayando el sol - y su archiconocido single Clavado en un bar, con el que se dieron por concluida su gran actuación.
< Prev | Próximo > |
---|