Miguel Ríos (7-5-11)
Sábado, 07 de Mayo de 2011 10:23
Plaza de La Ribera (Logroño, 7 de Mayo de 2011) :
Llegué muy justo a la plaza de la Ribera de Logroño, dado que venía del Teatro Bretón, tras presenciar la “críptica” obra de Animalario titulada “Penumbra” (en penumbra debía estar el escritor de este “truño”, cuando se le cayeron los folios del guión, y no pudo ponerlos en su orden correcto). A mí me gusta bastante este rompedor colectivo teatral, del que había visto 2 montajes muy buenos (“Urtain” y “Tito Andrónico”), razón por la cual me decidí a hacer un doblete teatral-musical, pero, de verdad, si hay alguien ahí que haya entendido la obra en su totalidad, POR LO QUE MÁS QUIERA, tenga a bien escribirme unas líneas aclarándome el “mejunje mental”con el que salí del teatro (entre una enorme salva de aplausos...cuánto hipócrita hay por el mundo, sobre todo cuando se trata de dárselas de intelectual modernista). Cómo sería la cosa que, en el folleto que daban al entrar, no había sinopsis (es que no sabían qué poner).
Tras esta breve introducción (mucho mayor fue la que me “metieron” los 4 “miembros” de Animalario), me introduciré (valga la redundancia, pero es que me habían “introducido la penumbra” hasta el fondo del “orto”) en la narración del concierto de despedida de Miguel Ríos, en lo que a La Rioja respecta.
A las 22.12 salté al ruedo cual “espontáneo”taurino, al mismo tiempo que lo hacía el “maestro” granadino. La temperatura de la noche empezaba a ser algo baja, a lo que, con la sapiencia que dan 67tacos (los cumplirá el 7 de Junio, el mismo día que un vitoriano “pernicioso” al que creo conocer), respondió el tito Miguel con un buen “gabán”, que no se quitó en toda la actuación (por si acaso se resfriaba, aunque hubo quien maliciosamente comentó que era para disimular el cuerpo de señor mayor, o que directamente le colgó el sanbenito de Inspector Gadget). Yo le vi actuar en la Aste Nagusia de Bilbao de 2009, y le vi en bastante buena forma (mejor que la mía, desde luego, lo cual no es mucho decir, y más teniendo en cuenta que es 26 años mayor que yo, y que mi madre es más joven que él...ella también está en mejor estado físico que yo...sniff). Entonces superó las 2 horas y media...”al calor de una noche de verano”. En Logroño, desgranó una actuación de algo más de 2 horas y 20' (es lo bueno tiene hacer fotos desde que empieza hasta que acaba el concierto, si bien, de aquella ocasión en Botica Vieja (Deusto), guardo especial recuerdo de la interpretación de “Reina de la noche”, una de mis canciones preferidas del granadino, y que en Logroño no tocó (de hecho no es un tema habitual del setlist de esta gira de despedida).
Normalmente busco un setlist que algún fan voluntarioso haya colgado en internet (yo no puedo anotar las canciones y hacer fotos al mismo tiempo), pero esta vez Google me falló (en realidad, el público logroñés me falló), y no obtuve el setlist del 7-5-11, pero seguí buscando, y encontré una página web de setlists de artistas de todo el mundo-mundial (como dirían los Gomaespuma; a propósito, a sus cursos de Gomaespuminglish debo mis amplios conocimientos de la lengua de “Sespir”...Shakespeare para los más eruditos): www.setlist.fm .
Pincháis aquí (la web se llama “The setlist wiki”), y en el caso de Miguel Ríos, usando la búsqueda avanzada o el índice alfabético (me gusta más esta 2ª opción, porque ves los listados completos de artistas, y en el caso de nuestro Miguel, lo encontramos en la 5ª página de la R de Ríos): el setlist más reciente es el del 30-10-10 de Valencia, y me suena que es el mismo (o muy parecido) que el de Logroño. Esta web es una “joyita”, porque, si pinchas sobre el nombre de la canción, te da datos del tema en cuestión, y al final del título hay un “play”, que te permite acceder al audio del tema o a un clip de youtube de la canción.
Así que, si os interesa saber el listado completo de temas, entráis aquí, porque yo sólo hablaré de mis momentos preferidos; conste que lo hago por vuestro bien, que si no puedo acabar escribiendo “La Biblia en verso de Miguel Ríos”, que éste sí que se lo merece, tras 50 años de carrera,...a pesar de que haya en este país mucho “estómago agradecido” que se ha dedicado siempre a ningunearlo, entrando en odiosas comparaciones, sobre todo con “artistas” extranjeros. Os pongo 2 ejemplos:
En mi última visita a Madrid (para asistir a los conciertos de Roger Waters, Feeder y Nacho Vegas),
al comentar a una asistente al concierto de Feeder que iba a ir a ver a Miguel Ríos en Logroño, me espetó que yo ya no era quién para hablar de los gustos musicales de nadie, yendo a semejante evento.
Ya en la plaza de La Ribera del Ebro, fui avanzando por la !º fila desde el lateral derecho (aprovechando que había poco público en el ruedo; en las gradas no había mucho más), hasta que me encontré a una mujer bajita con gafas de “culo de vaso”, que quizás expliquen el comentario despectivo que me hizo acerca de Miguel (ya he mencionado antes el calificativo que le dedicó -“Inspector Gadget”- cuando ella parecía la novia de Rompetechos): 1º empezó a compararlo con el “Boss” que, aparte de que tiene 6 años menos, hay que reconocer que parece que ha hecho un pacto con el Diablo, porque parece el hijo de cualquiera de los miembros de la E Street Band; pero ya, cuando me dijo que los Rolling Stones se conservan mucho mejor, tuve que hacer tremendos esfuerzos para no descojonarme de la risa en su cara; vamos por partes, como diría Jack The Ripper:
Mick Jagger, en cuanto a su estado físico, parece estar en buena forma, pero qué decir de su careto (el día que se le salte algún punto o tenga una fuga de botox de sus archifamosos “morritos”, va a faltar poco para que ocurra un gran cataclismo en la industria de la cirugía plástica...yo creo que se los tendrían que rellenar con unas buenas morcillas de Burgos, al igual que a otro ilustre de labios turgentes, Steve Tyler, de Aerosmith). Bill Wyman hizo honor a la frase “una retirada a tiempo acredita a un general” (aunque el verano pasado actuó con una banda de blues en la Plaza del Machete de Vitoria). Ron Wood es más joven que los demás Stones (fue el tercer guitarrista del grupo), y a pesar de eso, se podría hacer un exquisito paté con su hígado, aparte de que le vendría muy bien otro lifting. Charlie Watts (el baterista), aun siendo el más veterano, es el que mejor se conserva (pero toca sentado...). Y de Keith Richards, qué se puede decir que no se haya dicho ya (yo me creo la “leyenda” de que, de vez en cuando, le tienen que “cambiar” la sangre),... pero si para hacer de padre de Jack Sparrow, vuelto de entre los muertos, no le hizo falta maquillaje (los demás muertos vivientes de Los Piratas del Mar Caribe, 4 horas para caracterizarlos, y mientras tanto, el bueno de Keith, plimplando Jack “Sparrow” Daniels). En fin, Serafín, que nadie es profeta en su tierra (menos Johnny Halliday en Francia, al que - como dice Loquillo - allí lo veneran como a un Dios del Rock&Roll, y para mí no es mejor que Miguel Ríos. Tendríamos que aprender del “chauvinismo” de los gabachos.
Volviendo al concierto , tras la intro instrumental “Los Marginados del Rock” y el nostálgico “Memorias de la Carretera” (co-escrita por el grandísimo productor y guitarrista Carlos Raya - Sangre Azul, M-Clan, Fito & Fitipaldis,... -, otro histórico del rock hispano con mayúsculas), llegó el primer gran himno, con el que solía abrir sus conciertos en otras épocas: “A los hijos del Rock&Roll...Bienvenidos” (ahora su público está compuesto mayoritariamente por padres e incluso abuelos).
Una de las razones de que esta gira de despedida sea un tanto inmovilista en cuanto a repertorio es que, durante casi todo el concierto, hay un montaje visual relacionado con cada uno de los temas de la actuación, con lo que, introducir cambios en el setlist afectaría directamente a dicho montaje, que se proyectaba en una pantalla situada al fondo del escenario (razón por la cual me fui centrando, “no como hace el PP”, sino por captar algunas instantáneas “superponiendo” a los músicos en esas imágenes de fondo) más otras 2 pantallas situadas por encima de la estructura metálica del escenario, dispuestas para el visionado del público desde las gradas.
Tras el bloque de “Generación Límite” (¿se referirá a la actual?), “Antinuclear” (se ha vuelto a poner de moda el tema con lo de Japón, aunque lleva interpretándolo durante toda la gira) y “Nueva Ola”, vino otro de mis temas preferidos, “En el ángulo muerto” (de José Ignacio Lapido, cantautor también granadino – como Los Planetas, Lori Meyers y tantos otros – y ex-líder de 091...otro grupo de Granada, no el tfno. De la Policía Nacional).
Tras la divertida “Raquel es un burdel” (igual a Raquel no le hizo tanta gracia), vendría el momento más emotivo de la noche, al menos para mí, con el encadenamiento de “Vuelvo a Granada” (si no lo han hecho ya, están tardando en erigirle un monumento y re-bautizar alguna calle o plaza de la bellísima capital de Al Andalus), “No estás sola”(precioso homenaje a todos esos programas de radio que acompañan a tanto insomne) y “El río”, temazo que cantó a dúo con Ana Belén en el doblete en Granada los pasados 17 y 18 de Septiembre, y que sirvieron para la grabación del CD en directo “Bye Bye Ríos” (estas fechas tienen para mí un especial significado, puesto que el 18 vi en 1ª fila a los míticos Supertramp – sin Roger Hogdson, pero con Oscar Littletower - y el 19 fui el padrino en la boda de mi hermana Patricia).
Luego vino un tema (de los hermanos Auserón) con el que no estoy de acuerdo en absoluto, “El ruido de fondo...que tanto agradezcooo” (pues no, nada de eso, cuando voy al cine y empiezo a escuchar de fondo el ruido de los palomiteros, tertulianos, usuarios de móviles en plena proyección, niños llorones, adolescentes con alteración hormonal, abuelitas armadas hasta los dientes...postizos de caramelitos que nunca consiguen abrir,etc.,etc.,etc....entonces yo ME CAGO EN EL RUIDO DE FONDO). Qué ancho me he quedado, qué desahogo más bueno....
Tras otras 3 canciones, llegó otro temazo, co-escrito por Javier Vargas (líder de Vargas Blues Band y antiguo colaborador de Miguel Ríos), titulado “Un Caballo llamado Muerte”, y que en Granada la cantó Miguel a dúo con su hija Lúa, del grupo Gold Lake.
En el CD de esta gira de despedida, venía a continuación otro dueto femenino (con Eva Amaral) en otro homenaje a su tierra natal, “Al Sur de Granada”, pero en Valencia no la tocaron y, si no me falla la memoria, en Logroño tampoco.
Tras una serie de temática “moderna” (“El Sueño Espacial”, “Año 2000”...cuanto dinero hicieron algunos con el pánico desatado por el efecto 2000...yo ya conozco a más de uno que se ganó bien las alubias con la prevención de los devastadores efectos del cambio de los dígitos anuales, y la subsiguiente “vuelta” a 1900...la canción no va sobre este tema, pero ya he metido otra “morcilla”),
vino otro himno “riosiano” (que no riojano), “El rock de una noche de verano” (estaba ya la noche como para cambiarle el título a la canción), al que 2 chicas detrás mío reclamaron: “joer, podía haber tocado “El rock&roll en la plaza del pueblo...”(no pude evitar recordarles que la canción que ellas pedían...era de Tequila). Bien es cierto que, en los bises, hubo varias versiones, pero en este caso habría sido más apropiada la petición de “Rock en el ruedo”(que sí era de Miguel, y que era el estandarte de aquella macrogira en plazas de toros, con escenario giratorio, y que casi le supuso la ruina al intrépido rockero granadino).
Hubo un primer amago de despedida, tras el cual reapareció Miguel Ríos, acompañado sólo por el teclista Luis Prado (líder del grupo valenciano Señor Mostaza...no confundir con los andaluces Señor Chinarro), para interpretar “Todo a pulmón” (ésta fue otro dúo en Granada, con Carlos Goñi, de Revólver), y aquí, en solitario, el Señor Ríos demostró que conserva en muy buen estado sus pulmones...y su garganta, manteniendo una gran voz durante toda la actuación (tantas veces habré sufrido a “cantantes” mucho más jóvenes que han salido a comerse el mundo, y ala 4ª canción ya no podían ni con su alma, con lo que tenían que acudir al típico recurso mesiánico de hacer que el público cante y coree para disimular sus carencias, y no dar el “cante”).
El triunvirato de clásicos se completó con “El blues del autobús” (con Manolo García en Granada) y con la re-mítica “Santa Lucía”(para mi gusto, una de las mejores baladas en castellano de todos los tiempos, escrita por Roque Narvaja); habría estado bien que se hubiera acercado el murciano Carlos Tarque (líder de M-Clan) a Logroño, para brindarnos su dueto con Miguel en esta preciosa canción, a la que Tarque enriquece con su gran voz (es uno de los mejores front-man de nuestro país, si bien se cuida bastante menos que Miguel, y dudo mucho que se acerque a los 50 años “en la carretera” de su maestro, reconocido por el propio Carlos en una reciente entrevista.
Aquí hubo ya una 1ª despedida de toda la banda, con componentes españoles, argentinos y un portugués (el trompetista y guitarrista Raúl Marques, al que pude ver en la sala Biribay Jazz Club de Logroño, con Depedro, el proyecto actual de Jairo Zavala, ex-líder de La Vacazul).
Ya que he mencionado a Raúl (y antes al teclista Luis Prado, al que en una foto le saqué aporreando el teclado con los pies...está en la selección del blog), citaré al clan de los argentinos: Marcelo Novati (baterista), Javier Schöendorff (bajista, y con el que Miguel bromeó con la similitud de su apellido con el del director de “El tambor de hojalata”, Volker Schlondorff, que adaptó la obra maestra de Günter Grass...esto lo escribo de memoria, así que aquí admito correcciones, sobre todo con el alemán, que no lo domino...tampoco el francés), y Rolfi Calahorrano (el saxofonista que volvía locas a las “chicas”; aquí Miguel patinó, al insistir en que era de La Rioja porque se apellidaba Calahorrano...siento corregir a Don Miguel, pero el gentilicio de Calahorra es “calagurritano”, cuyo origen es el nombre de la villa romana, “Calagurris”).
Por último, y no por ello menos importantes, los guitarristas: Toni Brunet (“el hombre tranquilo”) y José Nortés (el director musical de la banda, y, para un fotógrafo, una auténtica “mosca cojonera”; es que no se está quieto ni en los solos...una “máquina”como músico).
Llegaron los bises, y como ya había adelantado, tras un tema de Miguel Ríos (el archiconocido “Rocanrol Boomerang”), siguió una serie de versiones de clásicos del rock&roll hispano: “Sábado en la noche” (del argentino Moris), “Mueve tus caderas”(de Burning)...aquí sufrí por las caderas de Miguel, con los movimientos que hizo, ya puede ir pidiendo 1 ó 2 prótesis; “Maneras de Vivir” (de Leño, junto a los que hizo otra mítica macro-gira, además de con Luz Casal, en su 1ª etapa más rockera; una pena que no viniera tampoco Rosendo a Logroño para tocarla con Miguel, al igual que hizo en Granada).
Como aparente cierre del concierto, sonó el nuevo tema compuesto para esta gira por Luis Prado y Miguel Ríos, el ya convertido en himno de despedida, “Bye Bye Ríos”.
En esto que, reaparece “La novia de Rompetechos” (conste que yo tengo más de 4 dioptrías de miopía y astigmatismo), y me empieza a dar la “barrila” con la cantinela: ¿pero es que no va a cantar “El himno de la Alegría?” (mi madre estaba en la grada, y la sra. que estaba con ella, también le dio la misma tabarra); yo le contesté que ya no, a ver si se iba y me dejaba disfrutar en paz el final del show....pero tras la que ya parecía la despedida final, aconteció que, salieron los 3 guitarristas con acústicas (ya dije que el trompetista, ocasionalmente, tocaba la guitarra), y remataron la noche con “El himno de la alegría...de la novia de Rompetechos”; ya tiene “narices” ir a ver un concierto única y exclusivamente para escuchar una música que no es del artista presente, sino de BEETHOVEN (lo digo en alto por lo de la total sordera que sufría Ludwig cuando compuso su 9ª Sinfonía), si bien hay que reconocer que la adaptación de la letra al castellano fue bastante atinada.
Aquí contaré una de mis celebérrimas batallitas de abuelo Cebolleta: ocurrió en el Velódromo de Anoeta (S.S.), durante un concierto de Deep Purple; el teclista Don Airey (que acababa de sustituir a Jon Lord) estaba interpretando un medley bastante resultón, y tras “Star Wars” encadenó un fragmento de la 9ª S. de Beethoven, a lo que una cuadrilla de quinceañeros descerebrados soltó: “Coño, si ésa es de Miguel Ríos”...yo no sé cómo me contuve para no cometer un infanticidio (Bendito Herodes).
En resumidas cuentas, un gran concierto de despedida de un mito viviente del rock español (espero que no haya gente que espere a que se muera para reconocérselo, si bien creo que, dado su aparente estado físico, puede que “entierre” a unos cuantos más jóvenes que él). La lástima fue el frío ambiente de la noche (tanto por la temperatura como por la escasa afluencia de público, que quizás tuvo que ver con el elevado precio de las entradas – 37 euros - para los tiempos de crisis en los que estamos), sólo roto por un grupo de “irreductibles-galos” riojanos, a los que el propio Miguel se dirigió, recordando un concierto en el viejo campo de fútbol de Las Ganas, hace muchos muchos años. Que vivas muchos años, Miguel, que te has ganado bien el descanso del guerrero-rockero (ya sé que esto queda un poco cursi-pelotero, pero es lo que pienso, y ahí queda eso).
Álbum de Fotos:
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Comentarios (2)
Pero supongo que terminarán sacando un DVD de la gira de despedida,